Tradúceme

¿Estás o no estás?

8 de junio de 2012

Un coche muy especial

Yo, un coche de choque, de feria, realmente no se si soy afortunada o no, por el momento, tan solo se, que esto tiene partes buenas y partes malas, se podría decir que la parte mala, son todos los niños que poco a poco veo como se acercan, para sentarse justo encima de mí, hunden todo su cuerpo dentro del mío, pero realmente la parta mala son aquellos que vienen llenos furia, que se dicen unos a otros: "te machacaré", y el otro responde, "no, yo te machacaré a ti", es entonces cuando empiezo a temblar, empiezo a sudar y me agarro lo mas fuerte que puedo, aunque no hay mucho a lo que agarrarse, por lo que me siento desprotegida, es en ese momento cuando veo que me tratan como un juguete, pero luego me doy cuenta de que
realmente lo soy.
Veo como tiran de mi brazo para ponerse el cinturón y entonces me aprietan y yo no tengo más remedio que arrancar,empiezo a llorar y me resbalo, pero lo peor es cuando veo que voy justo hacia otro coche, voy justo en dirección opuesta a él y cuando quiero pensar algo.....pum, ya me
he estrellado.
Pero después me doy cuenta de que realmente todo esto merece la pena, porque se y recuerdo que un gran amigo me dijo que somos quienes somos y que eso no lo podemos cambiar, él, bueno un día chocó contra otro coche y no lo pudo soportar, se rompió en pedacitos y yo lloré , diría que mis lágrimas eran más grandes que sus pedazos, pero lo que quiero decir es que yo soy un coche choque algo deprimido, pero también conozco a las sillas de la noria muy presumidas y a la montaña rusa muy rápida o a las tacitas, un poco desagradables, pero dispuestas a ayudar y yo me doy cuenta de que en el fondo soy afortunada, porque toda esa rabia, todo ese miedo, todo ese dolor, se disuelve y desaparece completamente cuando veo que un niño se sube encima de mí, y le echa una sonrisa competitiva al de al lado, y arranca, pero realmente cuando se disuelve todo, es cuando noto una lágrima sobre mi espalda, porque el pobre niño esta enganchado en una esquina y no puede salir o porque cuando quería darle al otro, su amigo ya estaba detrás impidiéndole el camino, entonces es cuando me doy cuenta de que el juego más simple o pequeño puede provocar la tristeza más enorme, y soy yo quien lloro, pero luego veo que su amigo está contento y además le pide perdón al otro, después se vuelven a montar y el que había perdido, le deja ganar. Son estos momentos cuando me alegro y pienso en que soy un gran coche de choque, y entonces me prometo que no aportaré
más tristeza.
Más tarde se acerca un chico, por su amigo oigo que se llama John y es ahí cuando decido cumplir mi promesa: a por todas John....
y acelero....!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario