Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
Señor Campos, la entrada no ha quedado todo lo bien que esperábamos... y eso que tenía la ayuda inestimable del señor Ramírez... pero no importa, estas cosas pasan bastante, y sólo es cuestión de no tirar la toalla y seguir intentándolo
ResponderEliminarAsí que como sé que tiene un espíritu incansable y ávido de conocimientos y superación, le insto a que edite su entrada para el jueves. La cuestión está en que no se solapen las cosas que pongamos pues sinó, no se acaba de disfrutar ninguna.
Ánimo, ya casi lo tienes
Mejor para el lunes de la semana que viene... el jueves está el examen
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